Swing

No tengo MP3 ni tengo intención de comprarme (o que me regalen) uno.

Pero había leído a Bob explicar que, cuando corres solo y quieres hacer un talk test (eso de que llevas buen ritmo si, mientras corres, puedes mantener una conversación) podía probar a tararear algo. Así que, desde entonces, llevo siempre algo de música mientras corro.

Una de mis selecciones habituales es Duke Ellington. Todo lo que he escuchado de él me gusta. Sus composiciones, muchas a dúo con Billy Strayhorn (su alter ego), su manera de manejar la banda… todo es magnífico. Y lo mejor es que lo hacía con esa aparente sencillez con la que sólo saben desenvolverse los genios.

Entre grabaciones de estudio y directos, recopilaciones, singles, rarezas y demás, su discografía se convierte en enciclopédica y no creo que nunca llegue a abarcarla. Pero si tuviera que quedarme con un disco para salir a correr, no dudaría ni un momento en elegir la grabación del concierto del Festival de Newport de 1956, el que supuso el renacer de su Big Band.

La música, a veces, te lleva allá donde tú quieres. Me imaginaba que estaba sentado allí, entre el público. La Banda no estaba al completo, aunque empezó a tocar el Star Spangled Banner con rotundidad (nunca lo había oído por una Big Band) para luego dar paso al Padre Norman O’Connor (sí, un cura presentaba los conciertos) que introdujo al grupo y nos contó que habíamos tenido suerte con el día porque los dos anteriores había llovido. Empezaron con alguno de sus clásicos y una composición que Ellinton hizo especialmente para la ocasión. Todo era correcto, pero había algo que no terminaba de funcionar… hasta que Duke anunció una pieza, Diminuendo In Blue and Crescendo In Blue, y Paul Gonsalves empezó un solo frenético que parecía que nunca se iba a acabar. No lo pude resistir más, me levanté del asiento y me puse a BAILAR.

Si a alguien le quedaba duda, aquella noche terminó de consagrar a Duke Ellington como El Rey del Swing

El otro día descansaba de unos progresivos improvisados (no hay plan) para intentar mejorar mi técnica de carrera (misión imposible) y ví cómo, después de coger un palo de entre los pinos, empezó a utilizarlo como si estuviera jugando al golf. Entonces se acercó a mí y me preguntó:

– ¿Tú haces carreras?

– Bueno, a alguna me apunto, pero llevo poco en esto. Tú debes correr maratones ¿no?

– ¡Qué va! Desde hace 4 años que no partipo en ninguna carrera. Y eso que llegué a ser internacional. En los 70 salía muy a menudo en los periódicos. Ahora ya sólo corro 5 ó 6 días por semana, durante media hora, sólo para mantener la forma. Pero aún hago las series a 4 minutos, no te creas.

– El caso es que viéndote me decía: «este hombre debe correr a menos de 5» pero ahora sé que me equivocaba.

– ¡Pero qué dices a 5! Si yo todavía hago el 400 en pista en poco más de 1 minuto, y con 58 años. Y en mis tiempos llegaba a hacerlo en 53 y 55 segundos.

– ¡Caray!… Oye ¿y lo del palo?

– Es que estoy practicando el Swing.

– ¿Juegas al golf?

– ¿Que si juego? De los del grupo que éramos entonces, uno se fastidió la rodilla y tuvo que dejarlo. Empezó a jugar y nos enganchó a todos. Ahora ya no paramos. Nos vamos a Toledo, Quijorna, Segovia

Tenía que volver a casa y nos despedimos.

Me había quedado helado y a la mitad de los progresivos. Pero daba igual porque, por fin, conocí a Comecaminos, alias Jesús Salvador.

De camino a casa recordé el solo de Paul Gonsalves y entré en calor.

Referencias:

  • Ellington, Duke, At Newport 1956 Complete, reedición 1999, Columbia/Legacy, #64932.

[Este disco se editó con motivo del centenario del nacimiento de Ellington y se consiguió una grabación estéreo mezclando las originales de la Columbia con la de la retransmisión radiofónica del concierto. El resultado es sorprendente].

Autor: Commedia

https://correconelcuento.wordpress.com/commedia/

13 opiniones en “Swing”

  1. Escucharé ahora después al Duke Ellington que no le conozco y supongo que leer eso para ti, será una aberración…sorry!!!

    vaya con el comecaminos!!!..lástima que se dejara el competir por el golf!! (es que no me gusta nada; bueno, no me gusta lo que conllevan los campos de golf, la verdad).

    Besitos.

  2. Buf, a mí tampoco creo que me llegue a gustar el golf en la vida. ¿Cómo puede ser que haga las series a ese ritmo y no le dé por los dorsales? Hay gente pa tó 🙂

  3. Algo bueno tiene que tener la gripe y esta baja laboral de tres días que generosamente me ha dado el medico para reposar y boludear a mis anchas. Llego a tu blog desde el de Spanjaard y me sorprendo reencontrandome con los derechos del lector. Hoy me propongo ejercerlos plenamente e inclusive abusar de ellos. Voy a retomar un libro que tenia abandonado, voy a empezar otro por la mitad y te voy a hacer una oferta que podes rechazar: te cambio el de Murakami sobre sus aventuras como corredor por un libro que ni hayas terminado ni tengas la intencion de terminar. Es un cambio justo. ¿aceptás?

  4. Hola Sylvie, bienvenida. No es, como dices, una aberración no saber quién es Duke Ellington. Yo tampoco sabía lo que es el Reiki ni el imeem, pero te leí y ahora lo sé (bueno, por lo menos me suena).

    A ver si me apaño (¡ayuda!) para subirte el Diminuendo in Blue and Crescendo in Blue porque la versión que he escuchado en el imeem ese no es tan buena como la del concierto de Newport.

    Ana y Sylvie, me dá la sensación de que Comecaminos está ya hasta el moño de colgarse dorsales para competir. Debe faltarle aliciente, así que no me extraña que le diera por dedicarse a otra cosa. Nunca he jugado al golf (miento, al minigolf sí) pero por lo que me han dicho es tremendamente adictivo. Tema aparte de lo que cuenta Sylvie sobre lo que conllevan los campos. Aún así, pienso que seguirán creciendo.

    Bandoneon, buenos días, bienvenido, y espero que te encuentres mejor (aunque leyéndote me dá que no te importaría ampliar esa baja). Tomo nota de tu generosa propuesta sobre el libro de Murakami (imagino se trata de la versión en inglés). No obstante, me gustaría darte a elegir entre 2 opciones:

    Opción 1:
    Busco un libro y te lo cambio por el tuyo.

    Opción 2: (¡elígeme! ¡elígeme!)
    Hacemos que cualquiera que lea este cuaderno y le interesen las correrías de Murakami tenga la oportunidad de hacerlo compartiendo tu libro. Si aceptas, yo me encargo de organizarlo. Con esta propuesta serías muchas veces generoso. 🙂

  5. Iba a elegir la opcion 1 pero de golpe una voz susurrante en mis pantallas auditivas me llevo a cambiar de idea y elegir la 2.
    Efectivamente se trata de la version en ingles de What I talk about…. En lo personal la idea del bookcrossing me resulta atractiva siempre que haya alguien haciendo de anfitrion. Asi que queda ofrecido mi Murakami.

  6. Sabia elección, Bandoneon. En efecto, había pensado en practicar bookcrossing con tu Murakami (no seáis mal pensados, que no es nada raro). Lo del anfitrión queda a tu elección.

    Te envío un mensaje a tu correo para organizarlo.

    Y a los demás les queda esperar a una nueva anotación en este cuaderno en el que daremos pelos y señales de cómo podremos leer a Murakami por la patilla (¡gracias por compartir Bandoneon!).

  7. Siguiendo la estela del Duke, pero algunos años despues, me permito recomendarte a Coleman Hawkins, su disco «Desafinado» es una delicia, alejada del Swing, eso sí, y de las clásicas orquestas del Big Bang, predecesoras de este, pero con un no se qué…ahora, eso sí, para correr, dejemonos de jazz, swing, soul y otras musicas mas relajantes. Te pones a Meat Loaf y vas por debajo de 5′ como el Jamilton ese.
    Saludos.

  8. ¿Entonces no eres capaz de hablar contigo mismo en lugar de correr escuchando música?, bueno, al menos lo apagaste para hablar con el de la gorra roja, a ver si es carlista.

    Una vez dí un golpe a una bola de golf en pleno campo y por poco le arreo en el parabrisas a un coche que venía a lo lejos, desde entonces no le encuentro la gracia (además la bola se perdió).

  9. Pero qué voy a apagar, Santi, si no tengo MP3. Dejo de canturrear, eso es todo. La próxima vez le pregunto por la gorra.

    Oye, no me extraña que lo tuyo con el golf no cuajara. 😉

  10. Noooo, gracias a Lenin, el pelo aun lo conservo….
    Y sí, el jazz me gusta, y tengo una buena discografía de cuando aun se compraban discos y se pagaban en pesetas e incluso en leuros. Pero no se por que te sorprendes ¿tenemos el gusto de conocernos?

  11. Morea, te conozco a través de lo que he leído de tí en tu blog, por lo que tengo una visión parcial. Te pediré algún consejo (si no te importa) ya que veo eres veterano del jazz.

    Por cierto, que he visto que hay otro trío de tenores llamado The Priests que están haciendo furor. Imagino que no te encontrarán ningún parecido (lo digo por tu referencia a la momia) 😉

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