Uno de los mejores momentos del Recorrido Clásico de Entrenamiento —bañá aparte, claro— es la llegada a la playa. Sentir la brisa del mar y el sol del amanecer en una playa desierta te animan a madrugar un poco para correr «A To Trapo».
Las imágenes corresponden a la salida del pasado Jueves Santo —si se quiere ver en alta definición, pulsar sobre el botón «cambiar calidad y elegir HD—.
A aquellos que lo vean, les sugiero que presten atención a las palabras del Presi cuando se nos acerca un coche poco antes de cruzar el paseo.
Cuando llegamos a la orilla hicimos una paradeta para refrescarnos la cara con el agua del mar. Estoy seguro que se trata de un ritual.
Corre con el Cuento 
Pasada de vídeo. Gracias Eduardo por inmortalizarnos. Juanma
Eso se avisa,….y nosotros con esos pelos !!! , por cierto , nos han llamado desde Cannes un tal Woody Allen ( o algo parecido) preguntandonos por el nombre de nuestro Manager ?? , que habra visto coon esas gafas !!!!!! aqui hay madera…, .., hasta la proxima, no vaciamos la banyera para que te puedas dar un chapuzon la proxima vez !!!! Salud Y lo mejor,
Bellísimas imágenes de un momento especial, el del cambio del asfalto por la arena, del aire urbano por la brisa marina, de la muralla de ladrillo por la profundidad del horizonte con el astro rey poniéndole límite. Sólo un baño nos puede sacar de tanto embelesamiento.
Salut.
Qué envidiaaaaa. Con el frío que he pasado yo…
Gracias por vuestros comentarios, chavales. Ya habréis visto por el comentario de Ana, la envidia que despertáis a l@s corredor@s de la meseta. De esta tenéis que proponeros ofrecer un tour turístico por la comarca del Alicantí y alrededores. Las últimas rutas que habéis anotado lo tienen todo (Playa y Montaña).
Lo dicho… ¡qué envidia!
El vídeo nos sirve también para explicar porque nos levantamos tan temprano los domingos. Llegar corriendo a la orilla del mar cuando está amaneciendo es un buen motivo
Posiblemente, Juanma, pero a mí siempre me ha parecido que, sobre todo, lo hacéis para estar pronto en casa y disfrutar de esos días de fiesta con la familia. Os escucho y no paro de oíros hablar de vuestros hijos o de la excursión que, nada más acabar el entreno, vaís a hacer a la montaña para ver los cerezos en flor.
¿Me equivoco?
Seguramente tienes razón. Quedar temprano alarga la jornada del día festivo y después tienes tiempo para hacer cosas con la familia.
Cuando yo me incorporé al grupo la hora de salida ya estaba fijada así como el cargo de presidente. Ambas cosas son constantes universales, como la velocidad de la luz, así que nadie se plantea cambiarlas. Juanma.
¡Ay, el presidente! Siempre marcando el camino a seguir (como en el vídeo, vaya).
Y, claro está, todos le seguimos. 😉