Mentes Abiertas, Pies Descalzos

Estaba a gusto cuando no llevaba zapatillas—solía correr descalzo. Fue difícil empezar a llevarlas. Correr con zapatillas está bien, pero al inicio de mi carrera fue muy duro. En nuestro país, ves a los chavales, que están tan a gusto sin ellas. Es mejor no llevar zapatillas, que llevar unas que no te valgan.

Haile Gebrselassie

Entre los corredores descalzos, asiduos a la página web de Ken Bob Saxton, es costumbre anteponer Barefoot (Descalzo) al nombre de pila de cada uno. Así, en este mundillo, a Ken Bob se le conoce como Barefoot Ken Bob.

Ken Bob empezó a correr descalzo cuando era niño. Su madre le decía que tenía que cuidar sus zapatos para ir bien vestido los domingos, y por eso caminaba descalzo el resto de la semana.

«Reconoces a un corredor descalzo por su sonrisa»

Al estallar el primer boom de las carreras populares, con Frank Shorter ganando el maratón olímpico del 72, Ken Bob ya era un corredor habitual. Pero lo hacía por diversión, sin competir.

Con 32 tacos se decidió a correr su primera maratón. Lo hizo con zapatillas porque no estaba habituado a correr largas distancias descalzo, y pensó que sus pies no lo aguantarían. Pero sufrió lo indecible, corriendo con los pies llenos de ampollas desde el km 29, y caminando la mayoría de los últimos 13, para terminar con todas las uñas negras.

Para su sorpresa, descubrió que todo lo que le había sucedido era normal entre el resto de corredores, salvo el hecho de que, al menos, las piernas no le dolían, y que las suelas de sus zapatillas estaban intactas —aunque el interior le había hecho polvo los pies—. Dejó de correr carreras oficiales durante 10 años, pero con el tiempo volvió —más de 70 maratones, y algún ultra de montaña, siempre descalzo—.

Nacidos para Correr

Ken Bob era, hasta hace bien poco, la referencia para un reducido grupo de seguidores, pero la publicación del libro de Chris McDougall, en 2009, convirtió el «correr descalzo» en un fenómeno de masas, y a él le hizo famoso. La idea del libro que aquí comento surge poco después, en 2010, aprovechando el tirón de ventas de «Born to Run» y las conferencias que dieron varios gurús —el propio Ken Bob, el Dr. Lieberman, y la Dra. Irene Davis— por todos los Estados Unidos. Roy Wallack, su coautor, construye el libro a través de las entrevistas telefónicas a Ken Bob, completándolo con reseñas sobre el status científico de los estudios sobre biología evolutiva y correr descalzo.

Ken Bob corriendo en el laboratorio del Dr. Liebermann en Harvard

El libro presenta el método elaborado durante años por Ken Bob para aprender a correr descalzo, pero la evaluación sobre si se hace bien o mal es puramente subjetiva, porque depende tan sólo —y no es poco— de darse cuenta si se corre a gusto —relajado— o no. Cuando algo falla en la técnica, la receta para solucionarlo es siempre la misma…

Relax, Relax, Relax.

Correr descalzo se presenta, entonces, como una forma de correr natural, sin esfuerzo: el impacto es menor, lo que nos provocaría menos lesiones; utilizamos mejor el oxígeno que consumimos; no requiere de un plan estricto de iniciación, si respetamos el hacerlo de forma gradual; y, una vez hayamos conseguido adaptarnos, el entrenamiento tampoco es estricto —más allá de cubrir un mínimo-máximo en entrenamientos para larga distancia— porque si una semana nos hemos pasado con el kilometraje, lo único que tenemos que hacer es descansar la siguiente, sin temer poner en riesgo nuestra preparación.

En el laboratorio del Dr. Liebermann, con las ‘ground reaction forces’

A lo largo del libro, Ken Bob recuerda que para correr descalzo no basta con quitarse las zapas y echarse a correr. Se necesita conocer la técnica para hacerlo y disfrutar de todas las ventajas que conlleva. En realidad, sólo pueden hacerlo de forma natural los que han corrido descalzos toda su vida; el resto necesitan un lento proceso de desaprendizaje para revertir todos los malos hábitos adquiridos llevando zapatos. Algunos, también, no lo conseguirán nunca.

El boom de correr descalzo, después del «Born to Run» de McDougall, parecía la solución para todos los problemas de correr con zapas, pero al tiempo empezaron a oírse los (nuevos) problemas que tenían los corredores que corrían descalzos o con calzado minimalista. El libro habla abiertamente de ello, y da información al respecto, citando, por ejemplo, al Dr. Kevin Kirby, que muchos presentan como al malo de la película.

La técnica para correr descalzo

Los ejes sobre los que giran esta técnica son dos. Por una parte, doblar las rodillas…

Un poco más de lo que piensas que es necesario.

Y por otra, ser sensible, estar siempre pendiente de lo que te dice el cuerpo. Ken Bob lo llama el feetback.

Una clase para aprender a correr descalzo

Tu mejor investigador es tu propio cuerpo. El mío me dijo hace tiempo que doblara más las rodillas, y funcionó. A medida que he ido experimentando a lo largo del tiempo con detalles de mi técnica de carrera […] y escuchado mejor a mi propio cuerpo, he conseguido más detalles sobre la forma exacta de cómo debía mover mis piernas, caderas, hombros, brazos, y cabeza, para que mis pies descalzos aterrizasen de forma confortable, precisamente como debían, para dar al resto de mi cuerpo la forma más suave de correr. […]

¿Lo más importante? Sé sensible con tu cuerpo. Escuchalo. Siempre te está hablando.

Muchos otros detalles de la técnica son muy similares a lo recogido en otros métodos: después de aterrizar levemente sobre los metatarsos, el pie se apoya en su totalidad (dedos y talón), distribuyendo la carga de una forma uniforme. La idea —de sobra conocida— es que si corremos apoyando primero el talón, lo normal es impactar de forma excesiva sobre el suelo, aunque no lo notemos, enmascarado por el exceso de amortiguación de nuestro calzado. Las consecuencias —indeseables— son las lesiones en rodillas, caderas y espalda.

Correr descalzo y zapatillas minimalistas

Uno de los puntos más interesantes del libro son las reflexiones sobre el uso de las zapatillas minimalistas para aprender la técnica. La aproximación de Ken Bob es más radical que la de otros, rechazando que correr con calzado minimalista sea igual que correr descalzo.

Lamentablemente, a «correr descalzo» se le achacan todos estas lesiones, porque el calzado frecuentemente se anuncia como «zapatillas para correr descalzo».

La idea es que, por muy básico que sea, el calzado minimalista siempre protegerá el pie. Puede que el efecto de protección sea positivo, pero también evita sentir el terreno, elemento esencial para el aprendizaje, a través del feetback.

La consecuencia de aprender a correr descalzo con zapatillas minimalistas puede ser que, al no sentir dolor alguno, se tienda a pisar más confiado y con más fuerza —olvidando la técnica—, sin la protección del sistema de amortiguación de las zapas convencionales.

Llevando las nike free, por lo que ha sido muy criticado

Su consejo, por tanto, es claro…

Para aprender a correr descalzo, hay que correr descalzo.

…y el mejor lugar para hacerlo son los caminos de tierra —mejor si tienen grava suelta—.

Cuando seas capaz de correr sobre caminos con grava, todo lo demás será fácil. Eso es porque la grava te da un montón de información. Y esa es la clave: Consigue la máxima cantidad de estimulación que puedas asimilar. Si respondes a la estimulación por medio de quejidos y gritos de dolor o enojo, sólo empeorarás. Pero si respondes relajándote, la antes prohibida, y siempre cambiante superficie de grava, se conviertirá ahora en interesante, educativa, y extrañamente, casi confortable y estimulante. Si sientes dolor, relájate y reparte la carga hasta que el dolor se marche.

Las Vibram Five Fingers (VFF), calzado minimalista por excelencia, se ha presentado por algunos como calzado de transición a correr descalzo. Ken Bob no se opone a su uso, especialmente para aquellos que no pueden correr descalzos si hace frío, pero entiende la ecuación en sentido inverso: primero aprender a correr descalzo, como transición al uso de las VFF o de cualquier otro calzado (minimalista o convencional).

Aprende a correr descalzo y corre como te dé la gana

En realidad, la práctica de correr descalzo era conocida por muchos entrenadores, que la incluían sesiones sobre distintas distancias como método de fortalecimiento de pies y articulaciones. El libro así lo reconoce, y no pretende vender el correr descalzo como la única forma de correr —no busca la exclusividad—, sino que presenta las ventajas de introducirlo en un pequeño porcentaje (10-20%) de nuestro entrenamiento. Las ventajas se verían reflejadas en reducción de lesiones, y una mejora del rendimiento, incluso corriendo con zapas. Por supuesto, estas ventajas son siempre teóricas, siguiendo la lógica científica, porque sus beneficios no están comprobados científicamente, como tampoco lo están los perjuicios de correr con zapatillas.

Referencias:

  • Barefoot Ken Bob Saxton y Roy M. Wallack, Barefoot Running Step by Step. Barefoot Ken Bob, the Guru of Shoeless Running, Shares His Personal Technique for Running with More Speed, Less Impact, Fewer Leg Injuries, and More Fun, Fair Winds, Beverly (Ma), 1ª ed., 2011, ISBN 9781592334650.

Reseña de David Lampón en mybestchallenge.com.

Autor: Commedia

https://correconelcuento.wordpress.com/commedia/

10 opiniones en “Mentes Abiertas, Pies Descalzos”

  1. @Juan Gracias por tu comentario, y enhorabuena por tu estreno en Valencia. Qué buena marca 🙂

    @Gonzalo Me parece que Ken Bob y los del congreso coinciden en lo esencial. A mí sí me parece que correr descalzo durará, que no es una simple moda. De una u otra forma, influye ya en toda la industria. Por ejemplo: si estás dudando si ponerle los cuernos a tus Adidas, y comprarte unas Triumph 9, es porque te llama la atención lo de los 8 mm de ‘drop’ (caída) talón-punta, y eso es algo ‘derivado’ de la ‘moda de correr descalzo’. Yo estoy en las mismas, a la espera de saber si comprando unas Adidas me invitan a bailar R’n’R.

    @Rosa Yo también soy escéptico, y estoy de acuerdo en que nos conviene estar bien informados. Gracias por tu visita.

    @Pablo Compañero, te he dicho muchas veces que tu futuro no son los maratones, sino el circo 😀

    @Gustavo (blues mode)
    Gracias a ti por compartir tanta información. Ahora que ya tienes cubiertos los objetivos, a ver si te animas a seguir —a tu bola—, que si todos pensamos lo mismo es muy aburrido. 🙂

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